miércoles, 7 de julio de 2010

La distancia


Hace tiempo que no posteo nada... pero hoy quise regresar, rescatando un escrito de taller literario:


Hoy te observaré a lo lejos. Llegarás porque habrás de llegar, lo sé. Pero no sirve de nada porque nada va a cambiar.
Sé que intentarás sacarme plática de alguna tontería o que te hundirás en uno de tus interminables silencios, mientras los asuntos... NO... mientras EL asunto nos mira como el proverbial elefante blanco en medio de la sala.
Así que ignorarás mi distancia y mi indiferencia y no le darás importancia. Es más, ni siquiera registrarás que ni por asomo me acerco a darte un beso. No. Para tí nada de eso existe. Según tus cuentas, el universo lo configuras tú y sólo tú. Y en el universo que tú diseñas no hay cabida a mi apatía, mucho menos a mi desamor.
Me ignorarás y seguirás pretendiendo que todo está bien. Aunque yo te observe a lo lejos entre desencantada e incrédula y preguntándome cómo demonios se sale de aquí. Pues el cómo llegamos ya es lo de menos a estas alturas. El punto es que estamos aquí... o lo estaremos.
Suspiro. Eso será más tarde. De momento hay que aprovechar tu ausencia. Después, Dios dirá.