miércoles, 5 de septiembre de 2007

Intento frustrado de lasagna

Día extraño en que a pesar del cansancio aún tienes ganas de hacer cosas. Llegué del trabajo, conecté mi compu, seguí trabajando... y por alguna razón me dije a mí misma: vamos a hacer lasagna. Chequé el refri, y tenía queso rallado, perfecto. Saqué la carne molida (que también había, más perfecto todavía), la guisé, olía rico (seguimos en perfecto por más que suene un poco a Ned Flanders). Lavé el molde. Me calenté algo de cenar mientras el molde se secaba. Cené. Me acordé que había que preparar más salsa: no problemo, todos los ingredientes en orden.
Carne lista
Salsa lista
Queso listo
Molde listo
y la pasta...
y ahí estuvo el problema.
Porque lo único que no se me ocurrió checar fue la pasta. Yo estaba segurísima de que sí tenía. Todo lo demás lo dudé y fue un gusto el confirmar que sí había, pero la pasta nunca, si siempre tengo... ajá sí.
Así que aquí estoy, posteando mi crónica, mientras el cansancio ahora sí me alcanza y esperando a que se enfríe el guisado para poder guardarlo y otro día retomar la elaboración de la lasagna.
La buena noticia es que está casi hecha =)

1 comentario:

Francisco dijo...

Después de sobreponerse a un trauma de 13 años, mi mamá por fin hizo lasagna el sábado. Resulta que cuando yo tenía 4 años, ella hizo la receta y le salió mal (la lasagna se desbarató). Desde entonces, no pudo voler a intentarlo por miedo a que pasara lo mismo. Me gusta la lasagna <3

~Francisco