viernes, 21 de marzo de 2008

Writers write, so I wrote this today:


Sara era una chica que lo tenía todo en la vida. Era dueña de su propia casa que venía amueblada y con marido, poseía grados académicos, una familia unida y envidiable, un carro de buena marca y modelo reciente y hasta un trabajo de esos donde se gana buen dinero. Lo que Sara no tenía era contenido.
Era una niña bonita. Una treintona que parecía de veintitantos, con la sonrisa perenne y la suerte de un trébol de cuatro hojas. Su fachada era excelente, pero de fondo: nada. Alguna vez lo había tenido. Al menos eso suponía. En un momento de su vida había sido capaz de discutir el significado de la literatura y de, no sólo, repetir poemas y analizarlos. Sabía que ella había estado presente y hasta contribuido en sus clases donde se intentaba descifrar los conflictos mundiales. Y todo eso le parecía muuuy interesante… pero lejano. Estaba borroso, tras una densa cortina de neblina en la que ella no sabía si recordaba su propia vida o la de otra. Pero tampoco se detenía mucho tiempo en recordar. Eso tenía el potencial de ponerla triste, y “triste” era algo que Sara no hacía muy bien. Alegre, explosiva, burbujeante, sexy… esos los manejaba con soltura. Pero “triste” implicaba una solemnidad que francamente le daba soberana pereza. Capaz que hasta le salían arrugas y Sarita no estaba dispuesta a arriesgarse a averiguarlo. Por eso había salido corriendo el otro día del comedor de casa de sus padres. Por eso se había rehusado a permanecer en la conversación. Ella no necesitaba problemas, la vida era perfecta. TENÍA que ser perfecta y las aristas de la situación que su madre le exponía ponían en riesgo la estabilidad de su burbuja. Literalmente, qué burbuja puede sobrevivir a las esquinas puntiagudas.

4 comentarios:

Tio aaron dijo...

Supongo que los adultos tambien viven en sus propias burbujas, talvez no de caballeros, princesas, dragones y castillos pero si tienen su mundito hermoso en el que pretenden ser felices.
Yo solo quiero no dejar de emocionarme con los heroes y villanos de las peliculas. Digo, si tengo que escoger una burbuja... escojo esa.

Francisco dijo...

Y probablemente las siglas de su carrera eran MMC...

Malu dijo...

Creo que hay muchas Saritas en nuestra vida. Mujeres que viven en negación porque en algún momento de sus vidas se perdieron, es posible que al decir sí en el altar o al tener su primera SUV. Es triste y a la vez un miedo constante que algunas tenemos. Realmente nadie quiere ser Sara.

Rocío del Mar dijo...

yo vivo en mi burbuja... pero la realidad se ve un poco deforme... o acaso viviré en la realidad y lo que veo deforme son las burbujas de los otros???